BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

1408



1408
2007
Dirección: Mikael Håfström 
Guión: Matt Greenberg, Scott Alexander, Larry Karaszewski sobre la Historia de Stephen King
Música: Gabriel Yared
Fotografía: Benoît Delhomme
Reparto: John Cusack, Samuel L. Jackson, Mary McCormack, Jasmine Jessica Anthony, Tony Shalhoub, Johann Urb
Premios:
Género: Terror
Localizaciones: Midtown (Roosevelt Hotel - 45th St con Madison Av)
Sinopsis: Basada en un relato de Stephen King, cuenta la historia de un novelista de terror (John Cusack) que sólo cree en aquello que ven sus ojos. Tras dedicarse a desacreditar fenomenos paranormales ocurridos en supuestas casas fantasmas, él no tiene prueba alguna de la existencia de vida más allá de la muerte. Sin embargo, todo cambiará cuando entre en la habitación 1408 del Hotel Dolphin...

Crítica:
Fantasmas del escritor

Las historias de Stephen King son una de las grandes inspiraciones en el cine de terror moderno, lo cual, para nuestra desgracia, no siempre equivale a calidad. Sus cuentos de terror siempre son tremendamente entretenidos aunque nada sorpresivos. Sus toques de humor aportan sin embargo un enfoque más distendido y curiosamente profundo, pese a que suelen reducirse as un complaciente “yo contra el mundo”, no obstante compresible y con cierto sentido crítico desde el punto de vista de su autor.

En este caso, la película que aquí nos ocupa no pasará a la historia, ya que no deja de ser una rutinaria entrega de miedos paranormales y espacios encantados, pero precisamente la intrascendencia de la que hace gala es la que le aporta un indudable carácter a la cinta, repleta de set pieces dignas de casa del terror de parque de atracciones, imaginativas y angustiosas, contada con un excelente sentido del ritmo que no se anda con rodeos ni historias que no nos importen (pese a que tanto al principio como al final hay numerosas subtramas).

Por otra parte, el sentido de espectáculo cinematográfico está profundamente arraigado, lo que da a 1408 un gran poder visual (todo lo que acontece en la habitación, y es casi todo, es una delicia y una novedad malsana), sustentado así mismo en un John Cusack con más carisma y personalidad que en muchos años, que soporta una verdadera tortura interpretativa con estoicismo y sale airoso (y recompensado) de la aventura.

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