BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

MIDTOWN

MIDTOWN MANHATTAN

La zona central de la isla es la que representa, junto con Wall Street, la imagen más conocida de la ciudad de Nueva York. El Midtown Manhattan abarca desde la calle 42 hasta la 59, delimitado al norte por Central Park y Upper East/West Side.

Este barrio es el que ofrece la verdadera concepción de la ciudad moderna: ajetreo, variedad, tráfico, inabarcables alturas, ruido, movimiento. Aquí es cierto que la ciudad nunca duerme. La impresionante visión de la ciudad es aquí algo similar a estar dentro de una película como Blade Runner o Metrópolis. Todo es grande, todo llama la atención, nada pasa desapercibido.

A las horas puntas, este barrio podría parecerse a un hormiguero: masas de personas de un lado para otro a gran velocidad, sin apenas establecer contacto con lo que les rodea o los demás. Porque Midtown no es esencialmente una zona residencial. El corazón de Manhattan está plagado, como es de suponer, de grandes hoteles, grandes almacenes, grandes bancos, grandes empresas... Pero esa imagen a la hora punta, ofrece un inconfundible lienzo del modo de vida neoyorquino, tan presente en películas como El Diablo Viste de Prada.

Desde casi su nacimiento, Midtown Manhattan estuvo concebido como lo que es hoy: el centro comercial de la ciudad. En los primeros tiempos de la ciudad, por su situación lejana del puerto, era una zona mucho más residencial de lo que es hoy, pero ya a principios del Siglo XX se instaló aquí el primer gran almacén comercial del distrito (Altman, en la calle 34). Después llegarían Gorham (36th St), Cartier (52nd St), o la famosísima Tiffany's (56th St), todo un icono del séptimo arte gracias a Desayuno con Diamantes, con Audrey Hepburn, cuyo croissant en Tiffany's es el momento más imitado de este escaparate; o la otra cara del sueño americano en Cowboy de Medianoche.

De la incontable cantidad de sitios importantes de la zona, destacan:

United Nations: al este de la isla, al final de la calle 46. La sede de la ONU se compone de varios edificios anexos unos a otros, diseñados por varios arquitectos como Le Cobusier. Sus interiores pudimos verlos de manera excepcional en la película de Sidney Pollack, La intérprete, con Nicole Kidman y Sean Penn, ya que se permitió a Pollack filmar en salas como la del Consejo de Seguridad, el Consejo de Tutela, el Consejo económico y social o la sala de la Asamblea General, donde se reúnen los 191 países miembros. La importancia de la ONU, además de por lo conocido y evidente, se puede ver en pequeños detalles: por ejemplo, posee su propio servicio postal, imprimiendo sellos con su imagen.

Grand Central Station: en la intersección entre la calle 42 y Park Avenue. Siendo la estación más antigua de Nueva York, que data de 1913, una de las cosas que más sorprende de Grand Central es su funcionalidad y su ininterrumpido uso. En Grand Central toda clase de neoyorquino tiene cabida, desde los ejecutivos de las agencias de publicidad próximas hasta los vagabundos presentes en sus pasillos. Esta estación, que funciona como corazón de Manhattan, alberga varias lineas de metro y también de cercanías hasta puntos tan lejanos como Conneticut. La velocidad es el valor esencial en esta estación: todo ocurre deprisa, y los pasos de todos los neoyorquinos que diariamente pasan por aquí incluso más de una vez se convierten casi en una sinfonía.

En los albores de este siglo, en 1999, se llevó a cabo una restauración que le dio el esplendor que se merecía tan majestuoso e importante edificio: los mármoles se pulieron, se eliminaron horrorosos carteles publicitarios de semejante monumento, se instaló nueva iluminación...

Todo ello en favor de la majestuosidad de un edificio cuya majestuosidad mejor se aprecia en su hall. En el techo, unas pinturas representan las constelaciones, iluminado por unas vidrieras de 25m de altura. Además, Gran Central posee un centro comercial, un mercado, bancos, restaurantes...


Grand Central la hemos podido ver en infinidad de películas. Barbra Streisand colocó a su hijo como músico ambulante en El Príncipe de las Mareas. Aparecía en la llegada del polémico sexólogo Alfred Kinsey. Era el leiv-motiv de la historia de amor que vivían Robert De Niro y Meryl Streep en Enamorarse. Terry Guilliam filmó la mejor secuencia de El Rey Pescador con un espectacular baile de viandantes. Era la posibilidad de escape de las tristes vidas de los personajes de Diane Lane y Leonardo Di Caprio en Infiel y Revolutionary Road respectivamente. Hitcchcock rodó aquí algunas secuencias de Con la muerte en los talones.


El Chrysler Building, al lado de Gran Central, es uno de los edificios más reconocidos y admirados de Manhattan, presente en todas las fotografías de su skyline por su imponente flecha de acero de 30m de altura. El rascacielos, de 77 pisos es una maravilla art decó, tanto por fuera como en su interior, con materiales de mármol y aluminio, maravilla del arquitecto William Van Allen construida en 1930 y que hoy en día alberga oficinas. Lo vimos, por ejemplo, en Inteligencia Artificial, con la aparición de extraterrestres en una era glacial.


En el 301 de Park Avenue se encuentra el Waldorf Astoria Hotel, uno de los más lujosos de Nueva York, maravilla también de estilo art decó, que se trasladó aquí en 1929, tras demolerse para construir en su lugar el Empire State Building. Aquí se han rodado películas como El Gran Gatsby, el remake de Alfie con Jude Law o Hannah y sus Hermanas, Delitos y Faltas y Broadway Danny Rose, todas de Woody Allen.


El Rockefeller Center, encuadrado entre la Quinta Avenida, la Avenida de las Américas, y las calles 48 y 51 oeste, es un conjunto de 21 rascacielos que aunque no cuenten con el detallado diseño de otros edificios de la ciudad, si es espectacular en cuanto a proporciones, vistas, lujo y actividad. Construido en plena época de la Gran Depresión, el Rockefeller Center bulle en navidad, ya que su plaza central se convierte en una concurrida pista de patinaje dominada por un gran árbol de navidad de 25m de altura. Esta escena, con Prometeo dominando la fuente, la hemos podido ver en Enamorarse o el familiar climax de Solo en Casa 2. En su interior, encontramos frescos de Diego Rivera, cuya creación pudimos ver en el biopic sobre su mujer, Frida Kahlo, bares y restaurantes (centro de encuentro en La Maldición del Escorpión de Jade). También aparecía semisumergido, siendo la sede del creador de David (Haley Joel Osmet), en el océano con "el león que llora" en Inteligencia Artificial.










El Radio City Music Hall, en la Sexta Avenida, y también creado por el magnate Rockefeller, es la mayor sala de espectáculos de Nueva York, con 6000 localidades. Su interior es igual de epatante: decoración art decó y la gran sala, cuya pintura representa una puesta de sol en el océano. El neón de su entrada aparecía en, por ejemplo, la primera parte de El Padrino, la segunda de Solo en Casa, en La Semilla del Diablo o sumergido bajo las aguas tras dos siglos en Inteligencia Artificial.


También en El Padino aparecía la no muy lejana (5th Av) Saint Patrick Cathedral, de estilo neogótico, cuyo contraste con los rascacielos que la rodean es espectacular. Mide mas de 100m de longitud y 50 de anchura.

La Biblioteca Pública de Nueva York, en la Quinta Avenida entre las calles 41 y 42, de descomunales cifras y dimensiones (más de cuatro millones de libros, sala de lectura tan grande como un campo de fútbol y de la altura de un edifico de cinco plantas) ha aparecido en películas como El Sueño de mi vida, Sexo en Nueva York (aquí se oficiaba la boda de su protagonista) o El día de Mañana (donde un grupo de refugiados sobrevivía al cambio climático, con tsunami y glaciación en Nueva York incluído).

HELL´S KITCHEN

Hell's Kitchen es un barrio comprendido dentro del distrito de Midtown Manhattan. Se sitúa al oeste de la isla, entre el río Hudson y la Octava Avenida, y al norte y al sur por las calles 59 y 34 respectivamente.

El origen de su curioso nombre ("La Cocina del Infierno"), es objeto diversas leyendas urbanas, ninguna enteramente confirmada: una dice que se le dio a finales del siglo XIX por parte de un reportero del New York Times, que al acercarse a la zona para informarse de un asesinato múltiple, la bautizó así debido a la impresión baja y sucia que le ofreció. Otra versión afirma que proviene de cuentos holandeses...

La historia de este barrio es inevitablemente industrial, gracias a su localización geográfica. Lo que en principio eran pequeñas villas en la rivera del río, más tarde se convirtieron en instalaciones industriales y de comercio gracias a la cercanía de los muelles.

El mayor incremento de población vivido en la zona fue tras la Guerra Civil, cuando se pobló a Hell's Kitchen de muchos americanos desplazados. Después de eso, las bandas controlaron el barrio, viviendo el tópico conocido de la ley seca muchos años después.

Después de los años 50, con la construcción de grandes vías de acceso para el acceso del automóvil, la imagen, forma y calidad de vida del barrio cambió.

West Side Story es la película totem de esta zona. Filmada entre las calles 65 y 69, y las Avenidas Amsterdam y West End Avenue, se puede apreciar la Iglesia de San Michael.

La inmigración, puertoriqueña en este caso, también la encontramos en este barrio en las películas de Al Pacino, El Padrino, Frankie & Johnny (aunque era el personaje de Michelle Pfeiffer el que vivía aquí) y El Precio del Poder.

Una película esencial para comprender el sistema de clases de Hell's Kitchen, su imagen física (aunque también se rodó en Brooklyn), el ambiente de sus calles, su historia y sus gentes, es la épica Sleepers.

En los últimos años, el barrio se ha limpiado y cuidado su aspecto. No hay que olvidar que se encuentra a pocos pasos de Times Square, de los grandes teatros, y del centro turístico de la ciudad.

MEATPACKING DISTRICT

Meatpacking District, situado un poco más abajo de Hell's Kitchen, está comprendido entre las calles 14, 16, Hudson St y el río Hudson, aunque está aún en expansión.

Su historia es el ejemplo de que Nueva York es una ciudad viva, siempre cambiante y hondamente mutable. Nacido a principios del siglo XX, Meatpacking District era originalmente un entramado de calles en las que los edificios eran mataderos, almacenes (la mayoría de carne) y un mercado al mayor de toda clase de productos, la mayoría alimenticios.



Durante muchos años, el barrio cumplió su función comercial, hasta que la historia se impuso en su camino. No es que se vivieran grandes revueltas o sucesos en la zona, pero el elevado índice de delincuencia del Nueva York de los años ochenta, inició su degradación. A lo largo de esta década, el barrio se convirtió en un hervidero de yonkis, asaltos, SIDA, prostitución, y, en definitiva, un barrio no demasiado recomendable para vivir.

En la película A la caza, podemos oler el ambiente de
 aquellos años en Meatoacking District: repleto de drogas, crimen, y de una -tristemente- vida homosexual ocultada (recordemos que nos encontrábamos en plena era Reagan). Muchos de estos locales estaban entonces regentados por mafias. Otra dura visión de Meatpacking District la encontramos en Diario de un Rebelde.
Pero a comienzos de la década de los 90, el barrio comenzó a cambiar. La película Atracción Fatal, ofreciendo aún la imagen anterior de la zona, ponía a su protagonista (Glenn Close) a vivir allí: en un espectacular y ruinoso edificio industrial.

Con el paso de los años, los mataderos se han ido trasladando al Bronx y estos grandes locales se convirtieron en hogar y comercio de la clase alta (como Close en aquella famosa película). Las espectaculares dimensiones de los edificios comenzaron a acoger negocios de renombre como Louboutin, Diane Von Furstenberg, Stella McCartney o Alexander McQueen.
Más tarde llegarían los clubs y restaurantes, hoy de los más populares de Nueva York: Pastis, Buddha Bar o Tenjune; y después los hoteles de lujo (como el Gansevoort).

Esta última etapa del Meatpacking District, descrito por el New York Times como el vecindario más fashion de la ciudad, es escenario lujoso de los hoteles antes nombrados en No es tan fácil; y habitual de la serie y las películas Sexo en Nueva York: las cuatro amigas frecuentan todos esos bares, restaurantes y tiendas, y una de ellas vive aquí (Samantha).

Otra película muy distinta, Las Horas, ofrecía la vista interior de uno de esos fascinantes edificios de más de 100 años de antiguedad, pero diseñados para el almacenaje de grandes cantidades de alimentos: el apartamento de Richard (Ed Harris), el poeta enfermo de SIDA, al que su amiga y antigua amante Clarissa (Meryl Streep), realiza fascinantes visitas.

CHELSEA

Chelsea nace gracias a un nombre propio, el del capitán Thomas Clarke, famoso revolucionario irlandés que en 1750 compró el terreno comprendido entre el río, la Octava Avenida, y las calles 14 y 25, con un ambicioso proyecto en su mente, el de construir un barrio a imagen y semejanza de el del mismo nombre en Londres. Casi un siglo más tarde, fue su nieto, Clement Clarke Moore quien organizó el terreno parcelándolo, vendiéndolo y cediéndolo a la ciudad.

Fue en este momento cuando una gran cantidad de habitantes de clase media entró a vivir al barrio. En la década de los 50 (del siglo XIX) se construyó la vía férrea del Hudson River, lo que atrajo a esta zona a una clase más obrera. El estilo de vida de sus habitantes podemos verlo en la inicialmente interesante pero finalmente estúpida El Incidente.

En sus orígenes, Chelsea era curiosamente uno de los puntos neurálgicos del teatro en Nueva York, antes de que las salas se trasladaran a Broadway. Sin embargo, después de que este negocio emigrase a otras áreas de Nueva York, Chelsea se convirtió en un barrio vivo y atractivo, gracias a el establecimiento en sus calles de mercados de flores (Sexta Avenida), anticuarios (Novena), y Galerías de Arte, con su propio distrito dentro del barrio.

Como su vecino hacia abajo, Greenwich Village, Chelsea ofrece tranquilidad, muchas zonas verdes y árboles, que serpentean por entre las casas bajas de ladrillo rojo (aunque también hay edificios emblemáticos, como el London Terrace que fue uno de los edificios de apartamentos más grandes del mundo cuando abrió sus puertas en 1930, contando con piscina, solarium, gimnasio y porteros vestidos como guardias ingleses). Fue esta plácida calidad de vida lo que atrajo a los negocios antes citados así como muchos restaurantes, por los que frecuentan artistas, homosexuales (como aparecía en la fantástica pero tristísima Mysterious Skin), y la clase intelectual de Manhattan.

Entre sus habitantes en el celuloide, encontramos a Dustin Hoffman en Tootsie o Michelle Pfeiffer en Frankie & Johnny. Meryl Streep y Robert De Niro pasearon su amor por este barrio en Enamorarse, y Mackaulay Culkin sus aventuras en Solo en Casa 2.

THEATER DISTRICT

Si Nueva York como ciudad es un icono de la cultura de nuestros días, muchos de los iconos de la propia ciudad los encontramos en este distrito del Midtown. La imagen de Nueva York, además de sus grandes rascacielos y de la Estatua de la Libertad, es Times Square.

Pero más allá de esta intersección de calles, el Theater District es una de las zonas de mayor importancia de la metrópoli, un entramado de calles de visita obligada para cualquier turista que viaje a la ciudad, pero también un espacio de ocio habitual de los neoyorquinos. El Theater Distict alberga, como su propio nombre indica, una gran cantidad de teatros, musciales, pequeñas salas y enormes auditorios que lo convierten en el corazón mundial de este arte. El espectáculo además no se limita a las salas. Las calles de este barrio son una verdadera orgía de colores, luces, ruido y movimiento.

No obstante, la calidad de vida, aparte del ajetreo constante de la zona, no es de las más apreciadas de Nueva York, en especial por la proliferación desde aproximadamente los años 70 de clubs de stripers y sex shops, así como por la gran cantidad de hurtos y delitos de una zona tan densamente transitada.

Theater District se encuentra delimitado por las calles 59, la 34, la Sexta Avenida y el Río Hudson. Times Square se encuentra en el cruce de Broadway y la calle 44. El nombre proviene del periódico New York Times, ya que anteriormente se llamaba Longacre Square. Cuando el famoso diario trasladó su redacción desde el sur de la isla a la calle 42 el día de año nuevo de 1904.

Durante mucho tiempo, el barrio se convirtió en un dorado reflejo y símbolo de la ciudad, con la apertura de cines y teatros, que vivieron el paso de los años en sus marquesinas. De anuncios de madera y papel a bombillas, neones y los hoy omnipresentes leds. No obstante, las clases más desplazadas y desarraigadas de la ciudad (prostitutas, vagabundos, marginados...) poblaron sus calles. Con la llegada del alcalde Rudy Giuliani y sus estrictas pero aclamadas políticas, la zona se limpió y aumentó su seguridad, renovándose teatros y abriéndose grandes hoteles, cadenas y tiendas de visualidad igual de espectacular (como la gigantesca Toys 'r us, el Hard Rock Cafe...), así, la desmesurada y fascinante visión de esta zona y de en concreto Times Square, sigue siendo disfrutada.

Las películas rodadas en este distrito, están siempre, en mayor o menor medida, relacionadas con el mundo del espectáculo y sus claroscuros. Entre ellas encontramos clásicos como Funny Girl y secuela, Funny Lady, El Talento de Mr. Ripley, Balas sobre Broadway, Un gángster para un Milagro, La Rosa Púrpura del Cairo, Frances, Un final made in Hollywood...

Por otra parte, la visión turística de Times Square es apreciable en cintas como El Sueño de mi Vida, Si la Cosa funciona, la segunda parte de Sexo en Nueva York o el remake americano de Abre los Ojos, Vanilla Sky, que cambió la desértica Gran Vía Madrileña por una espectacular toma de Times Square vacío, lo que sería literalmente imposible de ver en la vida real

Menos complacientes eran las visiones de Deep Impact, que destruía tan emblemático lugar con su tsunami gigante; Última Llamada, que desarrollaba toda su angustiosa acción en una cabina de teléfonos, con un ciudadano corriente amenazado por criminales, prostitutas y francotiradores (paranoia post 11-S) o Cowboy de Medianoche, clásico amargo sobre las personas perdidas que deambulaban por la zona en busca de una oportunidad.

FOUR SQUARES

Four Squares aglutina varias zonas de similar forma, carácter y servicios, entre ellas las de Union, Gramercy, Stuyvesant, Flatiron y Murray Hill. El nombre proviene de los cuatro parques que encuadran la zona: el Gramercy Park, Union Square, Stuyvesant Square, Madison Square.

De origen esencialmente burgués, (como ya veíamos en alguna de las muchas fiestas y recepciones de La Edad de la Inocencia) su pasado se advierte en su arquitectura, poblada de bellas fachadas del siglo XIX que dan a la zona un aspecto noble, lujoso y tranquilo (apreciable en, por ejemplo, ¿Conoces a Joe Black?) muy distintos a otros barrios del midtown, y más cercano a ciudades de aspecto británico.

Pero al contrario de lo que pueda parecer por esta descripción, Four Squares no es un anodino barrio residencial sin lugares destacables; sino que en sus calles encontramos algunos de los edificios, monumentos y lugares más conocidos y frecuentados de la ciudad de Nueva York, y no sólo el gigantesco estadio Madison Square Garden (en Pensylvania Plaza, escenario final en Tú la Letra, Yo la Música).

Para empezar a hablar, aquí se encuentra el colosal y famosísimo Empire State Building, en el cruce de la Quinta Avenida y la calle 34, que ya desde su construcción es un símbolo indiscutible. Ésta data de 1930, cuando en plena depresión económica, este rascacielos no sólo desafió los límites de la altura, sino también de la cordura de sus promotores por acometer semejante hazaña en esos años. Pero el Empire State se vio como un símbolo de optimismo y de esperanza, de ver que duras pruebas como la que supuso la Gran Depresión, podrían superarse. No obstante, en sus primeros años se conoció al edificio con el nombre de "Empty (vacío) State Building", debido a que muchas de sus oficinas no estaban en uso, al no haber capital o empresas para comprarlas. Su inauguración corrió a cargo del presidente Hoover en el año 31, y ostentó el record de ser uno de los rascacielos más altos del mundo (y el más alto de Manhattan, con 448m), durante muchos años, hasta la construcción de las Torres Gemelas. Trístemente, hoy en día vuelve a ser el coloso más alto de la ciudad.
Su diseño, retranqueado hasta el infinito, es sobrio en su exterior y espectacular en su interior. El art decó de los años domina su decoración, pero lo más importante de este edificio es la vista que ofrece: impagable. Desde el cielo atravesado por su aguja, se observa toda la ciudad de Manhattan, repleta de rascacielos que nacen de la tierra y quieren alcanzarlo, una estampa completa de la ciudad contemporánea.
La imagen de King Kong es la más recordada como escenario fílmico. Todo es cuestión de tamaño. Otras películas como Tú y Yo, Algo Para Recordar, Solo en Casa 2 o El día de Mañana también se han rendido ante su espectacularidad.

Madison Square: en la Quinta Avenida, entre las calles 23 y 26 contiene uno de los grandes tesoros de Nueva York, el Flatiron Building, edificio que triangula la intersección entre dos calles (Broadway y la Quinta Avenida), que visto desde el frente parece apenas una columna, pese a medir casi 90m. Data de principios del Siglo XX, con un espectacular estilo renacentista que lo hace el rascacielos más viejo de la ciudad.
También encontramos aquí la maravilla neogótica del New Life Insurance Company.

Stuyvesant Square fue en su día terreno cultivable y debe su nombre a el gobernador homónimo. En la película de Woody Allen Si la cosa funciona, la mayor parte de la acción tiene lugar aquí.

Gramercy Park es un pequeño pero apacible parque rodeado de la clase de residencias que antes mencionaba. En el siglo XIX se imitó la clase de vecindario Londinense en esta clase de parques, que daban calidad de vida a sus habitantes. Gramercy está sorprendentemente limpio e impecable: la razón es que sólo los vecinos del barrio tienen la llave (claro ejemplo del nivel de vida de la zona).

Si hubiera que elegir una película para conocer Four Squares sería la magistral Misterioso Asesinato en Manhattan, y no sólo por que es una de las mejores obras de Allen, sino porque toda la acción detectivesca de Allen y Keaton en la cinta se desarrolla en estas calles y parques nombrados (y también en otras localizaciones de la zona como Bryan Park).