BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

martes, 23 de noviembre de 2010

EL REY PESCADOR



THE FISHER KING

1991
Dirección: Terry Gilliam
Guión: Richard LaGravenese
Música: George Fenton
Fotografía: Roger Pratt
Reparto: Jeff Bridges, Robin Williams, Amanda Plummer, Mercedes Ruehl, Michael Jeter, Harry Shearer
Premios: Oscar: Mejor actriz secundaria (Mercedes Ruehl). 5 nominaciones
2 Globos de Oro: Actor comedia (Williams), actriz sec. (Mercedes Ruehl). 5 nominaciones
2 nominaciones BAFTA: Mejor actriz secundaria (Amanda Plummer), guión
Premio del público en el Festival de Toronto
León de Plata en el Festival de Venecia (Terry Gilliam). 2 nominaciones
Género: Comedia Romántica, Drama Social
Localizaciones: Upper East Side (Park Av; Grand Army Plaza con West 58th St)
Midtown (Apartmento de Jack - Metropolitan Tower, 146 West 57th St; Grand Central Station; Oficina de Lydia - 11 Madison Av con East 24th St)
Brooklyn (Manhattan Bridge)
Central Park
Sinopsis: En la imponente Nueva York actual, Jack (Jeff Bridges), un locutor de radio caído en desgracia tras una tragedia que le persigue, y Parry (Robin Williams), un enajenado profesor de historia, emprenden la búsqueda del Santo Grial.

Crítica:
Terry Gilliam, la Felicidad y el Santo Grial

En pleno auge de su carrera como cineasta, Terry Gilliam construyó con El Rey Pescador una de las películas que mayor reconocimiento general ha recibido (junto a la siguiente, 12 Monos) en toda su carrera.

Y puede que parezca que la historia de El Rey Pescador es más convencional que la de otras cintas de Gilliam, pero sólo lo parece. Porque el hecho de que El Rey Pescador suceda en una ciudad conocida, o que sus personajes lleven vidas cercanas a lo usual, no hace de El Rey Pescador una cinta típica o vista en otras ocasiones.

El sello inconfundible de Gilliam se ve (lo escalofriante de la ciudad de Nueva York), escucha (el atronador uso de la música y la palabra) y siente en El Rey Pescador, lo cual es un arma de doble filo. Por un lado, su personal manera de filmar ayuda a que una historia que podría haber caído en la palabrería y el sentimentalismo no lo haga. Pero por otro confunde y ensucia en exceso el mensaje final de la cinta, la realidad social de su temática (el mundo de los vagabundos en el Nueva York de los 80) y los dramas humanos de sus protagonistas, mucho más profundos de lo que Gilliam quiere mostrar.

No obstante, el reparto compensa la labor ambivalente del director, pues sus tres principales protagonistas (Robbin Williams, Jeff Bridges y Mercedes Ruehl) están tan extraordinarios que es imposible no disfrutar de su inspiradora historia.

Una historia que juega con los hilos del destino y la fe, que se resume en una bella fábula sobre lo necesario de la amistad y de las segundas oportunidades. Sólo el poder del amor, en su más sincera cara, la amistad, nos dejará ver la luz y nos dejará enfrentarnos al futuro dejando atrás los golpes del pasado.

Puede sonar cursi, pero visto a través de los ojos de Gilliam se convierte en algo totalmente cierto y ciertamente emotivo.

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