BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

viernes, 5 de noviembre de 2010

54

STUDIO 54
2003
Dirección: Mark Christopher
Guión: Mark Christopher
Música: Marco Beltrami & Varios (Disco)
Fotografía: Alexander Gruszynski
Reparto: Ryan Phillippe, Neve Campbell, Salma Hayek, Mike Meyers, Sela Ward, Beckin Meyer, Sherry Stringfield, Michael York, Heater Matarazzo, Lauren Hutton, Mark Ruffalo
Premios:
Género: Musical, Biografía, Drama
Localizaciones: Midtown Manhattan (Studio 54 - 254 West 54th St)
Sinopsis: El sueño de cualquier habitante del nueva York de finales de los 70 y principios de los 80 era entrar en el paraíso de la libertad, el Studio 54. Shane, un chico sin demasiado futuro de Nueva Jersey, lo consigue, y no sólo eso, sino que su puesto como barman le da una celebridad muy típica en la época, rodeada de drogas, sexo y amistades peligrosas.

Crítica:
Reivindico

Película que recrea con gran verosimilitud los años de lo que podría ser el equivalente a la movida madrileña, que si bien en su momento fue tachada de previsible y tópica (lo que no deja de ser cierto) tiene ciertos puntos de interés que habría que tener en cuenta una vez revisada la película.

Por ejemplo la minuciosa reconstrucción de la época que hace creíble visualmente cada plano que vemos en la pantalla, desde los excelentes decorados de la discoteca (impresionantes). hasta el maquillaje y el vestuario; o la muy comentada y famosísima banda sonora, que si se esucha con atención y sin prejuicios, hasta alguien a quien no le guste la música disco puede disfrutarla; o, pese a quien le pese, las actuaciones de su reparto, tanto los secudarios, o más bien figurantes (ahí está un fallo clave: en el no desarrollo de muchos de ellos), adecuados en sus papeles, como Michael York o Lauren Hutton (iconos de los ochenta), hasta los de mayor peso dramático, los cuatro protagonistas, toda una representación del star sistem del segudo lustro de los noventa en unos papeles trillados, pero que se cuentan entre sus mejores interpretaciones.

Ya sea un impresionante Mike Mayers, en un papel que requería mucho más reconocimiento, cargado de una desesperación y patetismo abrumadores, hasta la malograda y prometedora Neve Campbell, en un papel sexy e intertextual, Salma Hayek, cargada de sinceridad y belleza, y Ryan Phillipe, que, dejando a un lado sus abdominales hay que reconocerle su esfuerzo por crear un personaje amoral, con un punto de seducción y otro infantil, del que probalemente hubiéramos disfrutado mucho más en la desaparecida versión de la película recortada por las manos peligrosas de la antigua compañía Weistein.

Y sí, el argumento es simple y visto mil y una veces, pero todos tenemos que permitirnos soñar con una vida mejor, rodeada de glamour, pero sobre todo de esperanza, y amor.

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