BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

viernes, 5 de noviembre de 2010

DESMONTANDO A HARRY


DECONSTRUCTING HARRY
1997
Dirección: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Música: Varios
Fotografía: Carlo Di Parma
Reparto: Woody Allen, Elizabeth Shue, Robin Williams, Demi Moore, Judy Davis, Kristie Alley, Amy Irving, Billy Crystal, Tobey Maguire, Hazalle Goodman, Richard Benjamin, Bob Balaban, Eric Bogosian, Mariel Hemingway, Julie Kavner, Eric Lloyd, Stanley Tucci, Paul Giamatti, Jennifer Garner
Premios: Nominada al Oscar Mejor Guión Original
Género: Comedia
Localizaciones: Central Park (Bethesda Fountain)
Upper West Side (West 92nd St con West End Av; 190 West St con Riverside Dr.)
Sinopsis: Harry es un escritor al que todos sus conocidos odian porque suele usar aspectos de sus vidas para publicarlos en sus obras. Así que le resulta bastante difícil encontrar a alguien que le acompañe a recoger un premio que le otorga su antigua universidad

Crítica:
Nihilismo, Cinismo, Sarcasmo y Orgasmo

Desmontando a Harry es, definitivamente, una visita de Woody Allen al psicoanalista a la que nos invita amablemente a todos los espectadores con el fin de que podamos comprenderlo mejor.

No sé hasta que punto Harry, el protagonista, es Allen, pero lo que queda claro es que hay mucho de él en su personaje de ficción: su relación con las mujeres, con el sexo, con las ex-mujeres, con la familia, con el trabajo, con la creatividad, con sus aficiones, con la religión, con la política... todo ello forma parte de la, en sus propias palabras, fragmentada e inconexa existencia de Harry, y por extensión, de su vida.

Desmontando a Harry, siendo esa especie de valoración de sí mismo (pero no sólo eso, también es una conmovedora carta de amor a todos sus personajes), es la más cínica, directa, sarcástica y cruel de todas sus obras: su definición de sí mismo, o sea, de Harry, es la de un tío demasiado neurótico que no sabe funcionar bien en la vida y que sólo funciona en el arte... es un poco triste, pero en su interior, en el fondo, la creación de sus personajes es alegre, feliz.

Puede que este autoanálisis/crítica sea lo mejor que se pueda decir de Woody Allen, por eso ver Desmontando a Harry es la mejor manera, metatextualmente, de conocer, entender, y disfrutar de la carrera de este magnífico autor que además de ser capaz de innovar en la estructura narrativa de su obra (en esta cinta eso es un absoluto prodigio), es capaz de construir los mejores chistes de la comedia moderna.

Desmontando a Harry se convierte pues en una maravillosa experiencia cinematográfica y en una de las películas más originales de Allen, en la que cada actor de su espectacular reparto es capaz de exprimir su fragmento de esa existencia para crear un fantástico lienzo en el que Allen nos abre su corazón y su intelecto.

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