BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

lunes, 29 de noviembre de 2010

EL MISTERIO DE VON BULLOW

REVERSAL OF FORTUNE
1990
Dirección: Barbet Schroeder
Guión: Nicholas Kazan
Música: Mark Isham
Fotografía: Luciano Tovoli
Reparto: Jeremy Irons, Glenn Close, Ron Silver, Annabella Sciorra, Christine Baranski, Uta Hagen, Fisher Stevens, Jack Gilpin, Felicity Huffman
Premios: Oscar: Mejor actor (Jeremy Irons). 3 nominaciones (Actor, Director, Guión Adaptado)
Género: Intriga, Biografía
Localizaciones: Upper East Side
Sinopsis: Basada en hechos reales. Uno de los casos criminales más misteriosos de los últimos años fue la acusación y juicio del barón Claus von Bülow, en 1980, acusado de provocar el coma de su millonaria esposa por una sobredosis de insulina. Al enigmático aristócrata le defenderá un prestigioso abogado...

Crítica:
Estar dentro del Caso

Hay algo fascinante en la principal imperfección de El misterio de Von Bullow. Podría decirse que su guión, y por extensión la película, no parece ir a ninguna parte. Como es bien sabido, el caso real en que se basa la película nunca llegó a esclarecerse realmente, y las investigaciones llevadas a cabo en el mismo llevaron a sus implicados a dar vueltas sobre sí mismos en una compleja acción judicial que aún se recuerda en EEUU.

La película es absolutamente fiel a eso, a la realidad, por lo que no se esclarece nada de sus personajes, es reiterativa en ciertas partes de su guión y compleja en cuanto a vocabulario y sucesos importantes. El dramatismo cinematográfico es obviado en favor de la realidad. Esto perjudica a la cinta en cuanto a su apreciación meramente fílmica, pero la beneficia en cuanto a documento real y judicial de un extraordinario suceso. La sensación de realidad planea por todo su metraje, y es esa misma la que mantiene el interés del espectador, pese a lo irregular de su ritmo y a lo complicado que resulta a veces seguir la cronología y las palabras de la historia.

Por supuesto, si El misterio de Von Bullow sólo tuviera esta virtud, no sería suficiente para el disfrute cinéfilo. Pero aquí hay una serie de actores que merece la pena verse. Ron Silver, fallecido en el 2009, entrega una pasional interpretación tremendamente discursiva, pero de incuestionable calidad. Glenn Close, sin apenas palabras, hace del retrato de Sunny un ejercicio actoral realmente fascinante. Con casi tan solo su cuerpo, esta espléndida actriz mimetiza su cuerpo con el de Sunny Von Bullow, dejando ver la clase social, y sobre todo el ajado paso del tiempo y de los excesos. Verla es casi doloroso, y su desagradable carácter no lo impide.

Y Jeremy Irons. Ganador del Oscar por este papel, su composición de Von Bullow no es especialmente llamativa en cuanto a gestos o movimientos. Es más, Irons apuesta por una milimetrada contención propia de los millones que manejaba este matrimonio, pero la verdadera virtud de su interpretación, más allá de esa sutileza y clase, es la propia razón de ser de la película: ¿mató Von Bullow a su esposa? Nada deja saberlo en la interpretación de Irons (que filmó algunas secuencias trabajando como actor que sí lo había hecho, y otras que no), que está simplemente soberbio.

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