BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

EYES WIDE SHUT

EYES WIDE SHUT
1999
Dirección: Stanley Kubrick
Guión: Stanley Kubrick & Frederic Raphael sobre la novela de Arthur Schnitzler
Música: Varios
Fotografía: Larry Smith
Reparto: Tom Cruise, Nicole Kidman, Sydney Pollack, Marie Richardson, Leelee Sobieski, Rade Serbedzija, Todd Field, Vinessa Shaw, Alan Cumming, Sky Dumont, Fay Masterson, Thomas Gibson, Madison Eginton, Louise J. Taylor, Stewart Thorndike
Premios:
Género: Drama
Localizaciones: Upper East Side
Sinopsis: William Harford es un médico respetable de Nueva York cuya vida parece ir sobre ruedas. Tiene una mujer preciosa con la que lleva 9 años casado, una hija y un trabajo que le gusta. Pero una noche, al día siguiente de asistir a una fiesta, su esposa Alice le cuenta unas fantasías eróticas y cómo estuvo a punto de dejarle por un hombre que ni siquiera conocía. Abrumado por esta confesión, sale a la calle a visitar a un paciente. De vuelta a casa paseando, entra en un local donde un antiguo compañero le cuenta una misteriosa historia. A partir de entonces, un mundo de sexo y fantasías se abre ante él, uniéndose a una congregación secreta dedicada al hedonismo y al placer sin límites..

Crítica:
Viaje al fondo deseo humano

Eyes Wide Shut es un complejísimo y complicado drama sobre la relación de pareja, y sobre conceptos como el deseo, la fidelidad, el amor... por ello fue un ingrato error que tratase de venderse como un drama erótico - morboso, porque es mucho más que una exibición de bellos cuerpos.

Todo el que deambula por Eyes Wide Shut se encuentra en el borde de la perfección y de la destrucción; Eyes Wide Shut funciona como una serie de metáforas hiladas que llevan a sus protagonistas a plantearse los límites de su propia existencia como pareja y hasta como ser humano. Por ello la serie de hechos inconexos aparentemente que tienen lugar en las intensas noches que narra la película vienen a representar el aturdido mundo emocional de dos personas perdidas en su propia relación, ajustada en un corsé de rutina y de palabras no dichas, lejanos el uno del otro, pero unidos irremediablemente hacia delante, ya no encajan, pero podrían hacerlo, son diferentes, son como un azul y un rojo, realidades que chocan por sus diferentes deseos (el uso que hizo Kubrick de ambos colores en el metraje resulta apasionante).

Una noche de deseada tentación insatisfecha revela y libera una tormenta de confesiones que hará que el matrimonio de los Hafford se plantee su vida con su cónyuge, debido no a un adulterio nunca consumado, sino al adulterio de pensamiento, el más dificil de superar por la carga emocional que ello conlleva.

Por eso Alice, inmensa Nicole Kidman, realmente sobrenatural en sus tres monólogos, en sus encuentros con su marido llevará un lastre por un lado de furia, por otro de culpabilidad, por otro de intenso amor por Bill, un impresionante Tom Cruise en un dificilísimo papel por la carga que lleva consigo durante toda la película, donde tendrá que luchar contra sí mismo, sus deseos, y las tentaciones que se le presentan (maravillosos actores en hipnóticos roles y secuencias: Pollack y la jóven de la sobredosis; Richardson, viuda deseosa; Sobieski, confusa Lolita; Serbedzija, padre de esta, y su propio proxeneta; Field, el misterioso pianista y llave de la orgía; Cumming, el recepcionista homosexual; Shaw, prostituta... ) durante las noches expuestas a los más bajos instintos morales.

Eyes Wide Shut es una dificilísima cinta, muy infravalorada en su momento, de esas pocas películas que mejora con cada visionado en el que se siguen descubriendo cosas en cada imágen, gracias a la labor desde luego de sus actores, y también de su axfisiante atmósfera y puesta en escena, a cargo de un Kubrick más apasionado y personal que nunca, que introduce al espectador en el viaje de Bill Haford y lo hace cómplice de sus situaciones, mucho más humanas de lo que parecen, dada su ideada frialdad.

Una cinta recomendable, no sólo para verla, sino para estudiarla, ya que cada elemento dice algo sobre cómo somos las personas. Además permite disfrutar del último encuentro en pantalla de Cruise - Kidman, un muy difícil trabajo y probablemente agravante de su publicitada separación.

Si no es una obra maestra poco le queda para serlo, tal vez sólo el paso de los años.

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