BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

viernes, 19 de noviembre de 2010

GRANDES ESPERANZAS


GREAT EXPECTATIONS
1998
Dirección: Alfonso Cuarón
Guión: Mitch Glazer sobre la Novela de Charles Dickens
Música: Patrick Doyle
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Reparto: Ethan Hawke, Gwyneth Paltrow, Anne Bancroft, Robert De Niro, Hank Azaria, Chris Cooper, Raquel Beaudene, Kim Dickens, Clem Caserta
Premios:
Género: Drama Romántico
Localizaciones: Soho, Central Park, Upper East Side, Upper West Side
Sinopsis: Nueva adaptación -en clave moderna- de la famosa novela de Dickens, que ya llevara a la pantalla el gran David Lean, y que relata la historia de un joven humilde que es enviado a Nueva York para convertirse en un gran artista, gracias al dinero de un desconocido benefactor. Desde que, siendo niño, el joven Finn (Ethan Hawke) pone sus ojos en la bella Estella (Gwyneth Paltrow), ella se convierte en su inspiración como pintor y en su obsesión durante todo su tránsito desde la adolescencia hacia la madurez.

Crítica:
El color de la Esperanza

Como suelo decir de otras adaptaciones de clásicos muy distintos como "Hamlet" o “El Abanico de Lady Windermere”, las grandes obras y los grandes autores son inmortales y atemporales. Olvidé mencionar a Dickens. La que aquí nos ocupa es un ejemplo galopante de que un director con talento (Alfonso Cuarón), puede hacer una filigrana narrativa y metatextual de primer orden con palabras e historias escritas hace siglos, y ponerlas de actualidad respetando su prosa.

Por otra parte, es fácil como critico y como público molestarse ante la versión de Cuarón de Grandes Esperanzas. La historia de superación personal y profesional de un paleto enfrentado al mundo que acaba triunfando en la vida y en el amor, es alabada si viene presentada por un clásico, pero denostada si se actualiza, más aún si la propuesta musical, narrativa y escénica del director se acerca (muy muy) acertadamente al videoclip. Y Grandes Esperanzas, es, en parte, una película del director. Él está presente en todos los planos (como también lo está en las muy diferentes Y tu mamá también o Hijos de los Hombres), y su personalidad artística se ve y se oye en cada fotograma, por ello es recomendable disfrutarla. La música, los fundidos en las elipsis (impagable el del baile en el palacio, el del la calle lluviosa) y los pequeños detalles como el color (el uso del verde en absolutamente todos los fotogramas de la película, el color de la esperanza), lo presentan como un verdadero artesano que, manejando un material previsible, es capaz de emocionar y entretener.

Y Grandes Esperanzas tiene otro gran acierto que convierte en respetable esta algo infravalorada película: su espléndido reparto. Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow aportan la suficiente sexualidad ambigua, en ambos casos resuelta con contención y pasión, el primero en el personaje de humilde soñador enfrentado a su destino; la segunda en el rico papel de una joven enseñada a no amar, que la actriz resuelve sin pudores, ni emocionales ni físicos.

Y Robert de Niro y Anne Bancroft. Increíbles. Devora escenas con el suficiente carisma como para hacer creíbles dos personajes extremos, que ambos regalan al espectador con composiciones ricas en matices, en corporalidad y en emociones.

Y las localizaciones. Los humildes pantanos del sur de Norteamérica, la onírica y bellísima mansión de Bancroft. Y Nueva York, personaje nuevo respecto a la novela de Dickens, ya que Cuarón fotografía y pasea su cámara por todos los barrios (Soho, Central Park, Upper East/West Side...) de la ciudad de la esperanza, en el país de las oportunidades.

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