BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

GRANUJAS DE MEDIO PELO

SMALL TIME CROOKS
2000
Dirección: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Música: Varios
Fotografía: Zhao Fei
Reparto: Woody Allen, Tracey Ullman, Hugh Grant, Michael Rapaport, Tony Darrow, Jon Lovitz, Elaine May, Elaine Stritch, Larry Pine
Premios: Nominada Globo de Oro Mejor Actriz de Comedia (Tracey Ullman)
National Society of Film Critics Awards Mejor Actriz Secundaria (Elaine May)
Nominada Online Film Critics Society Awards Mejor Actriz Secundaria (Elaine May)
Nominada Chlotrudis Awards Mejor Actriz Secundaria (Elaine May)
Género: Comedia
Localizaciones: Little Italy (Mott Street)
Upper West Side (Riverbank State Park - 679 Riverside Drive)
Queens (Shea Stadium - 12301 Roosevelt Avenue, Flushing Meadows Park)
Sinopsis: Ray Winkler es un ex-convicto con grandes sueños que está harto de su trabajo de lavaplatos. Pero ahora se le ha ocurrido la idea de su vida: robar un banco gracias a lo que él cree un ingenioso plan. Con la ayuda de su mujer y unos ladronzuelos del barrio, abrirán una tienda de galletas al lado del banco y mientras su mujer atiende a la clientela, él y sus socios excavaran un túnel hacia el interior del banco. Pronto se harán ricos... pero no de la manera que habían pensado.

Crítica:
Lecciones de Vida

Hay algo que hermana a Granujas de Medio Pelo con otra de las (para mí) mejores comedias de Woody Allen, Misterioso Asesinato en Manhattan. En ambas la rutina y la costumbre han quitado a una pareja que podría ser perfecta, la felicidad que tanto anhelaban. Y rompiendo el paso lento de la costumbre, ambas parejas vuelven a saber que era lo importante en la vida, y han aprendido a recuperarlo y apreciarlo: ser felices juntos simplemente con la compañía de la otra persona.

Lo que en aquella era una intriga doméstica y detectivesca, aquí es el tan utilizado mito de Pigmalión. Los personajes típicos de otras películas de Allen (intelectuales de alto nivel cultural), son aquí una pandilla de perdedores ávidos de dinero y de entrar en sociedad. Y cuando lo consiguen, se dan cuenta de aquello que ya tenían y que tal vez ahora han perdido.

Puede que suene moralista, pero la lección de vida que da Allen en Granujas de Medio Pelo es tan honesta, irónica e inteligente que es inevitable no rendirse ante el ingenio del director. La historia es, indiscutiblemente, una de las más originales y mejor construidas de su extensa filmografía, desde ese espectacular arranque en la tienda de galletas, hasta la nueva rutina en la alta sociedad de Manhattan, y la afición a la cleptomanía del personaje de Allen.

El reparto, como no podía ser de otra manera, está espectacular, desde los secundarios (el equipo del robo, con la hermana de Frankie a la cabeza), hasta el propio Allen, que construye desde su habitual energía un personaje muy distinto, Ray: simple, llano, cerril, patoso y conforme con poco (pese a todo lo que quiere robar). La famosa cómica en Estados Unidos Tracey Ullman es Frankie, uno de los mejores caracteres imaginados por Allen: una mujer sin demasiada cultura, pero inteligente en las cosas prácticas de la vida, valiente y con gran iniciativa, y sobre todo, buena como poca gente es en el círculo al que intenta primero acceder y luego pertenecer; un ejemplo de las mentiras y falsedades de la cultura snob y una irónica puñalada dirigida a sus nuevos ricos, horteras, elitistas, e hipócritas habitantes.

Granujas de Medio Pelo es una comedia efectiva desde su primera toma hasta el bellísimo final, llena de escenas memorables (el tunel en la pastelería, la pieza televisiva sobre el éxito de la compañía de galletas, las discursiones Allen-Ullman, la fiesta en la casa del collar), sensibilidad sobre el triunfo de los perdedores, y un emotivo canto a la auténtica felicidad y a el amor verdadero.

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