BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

TAL COMO ÉRAMOS

THE WAY WE WERE
1973
Dirección: Sydney Pollack
Guión: Arthur Laurents, según su propia novela
Música: Marvin Hamlisch
Fotografía: Harry Stradling Jr.
Reparto: Robert Redford, Barbra Streisand, Bradford Dillman, Viveca Lindfors, Herb Edelman, Murray Hamilton, Patrick O'Neal, Lois Chiles, James Woods
Premios: Ganadora de 2 Oscar: Mejor Canción y Mejor Banda Sonora
Nominada a 6 Oscar (Actriz, Diseño Artístico, Fotografía, Diseño de Vestuario, Canción, Banda Sonora)
Nominada al BAFTA Mejor Actriz (Barbra Streisand)
Ganadora Globo de Oro Mejor Canción. Nominada Mejor Actriz Drama (Barbra Streisand)
Ganadora David di Donatello Mejor Actriz Extranjera (Barbra Streisand)
Ganadora Grammy Mejor Banda Sonora
Nominada Mejor Guión por la Writers Guild of America
Género: Drama Romántico, Drama Histórico
Localizaciones: Central Park
Midtown (The Plaza Hotel - 750 5th Av)
Sinopsis: Hubbell Gardiner (Redford) y Katie Morowsy (Streisand) son dos estudiantes universitarios de muy diferente carácter. Hubbell es un atleta famoso en su universidad, un gran conquistador y amante de la buena vida. Katie tiene una decidida vocación política y es consecuente con sus ideas. Ambos se encuentran y se enamoran. Tras un corto noviazgo, se casan, pero el matrimonio no funciona como creían.

Crítica:
Historia de Nosotros dos

Tal como éramos ha crecido con el tiempo. Lo que inicialmente se recibió como una clásica historia de amor, se ha convertido hoy en un indiscutible clásico, clave en la clase de cine que se hacía en su tiempo (los 70), así como testimonio del contexto histórico que retrata. No sé hasta que punto los artífices de la película eran conscientes de la importancia de misma, que se reconocería tiempo después y que hablaba sin tapujos de temas hasta hace poco tabú, así como describía una relación amorosa alejándose de los patrones habituales de Hollywood, de una manera mucho más real y mucho más adulta.

Sidney Pollack, Robert Redfort y Barbra Streisand realizan aquí unos trabajos tan excepcionales que probablemente se encuentren entre lo mejor de sus carreras alejándose de sus errores más comunes: Pollack de la morosidad e irregularidad de sus historias; Redford de la falta de profundidad de algunos de sus personajes; y Streisand del exceso de alguna de sus caracterizaciones. Y así, estos tres grandes nombres, se embarcan en un sutil, detallado y realista recorrido por la historia de una pareja y la historia de un país.

Hubbell y Katie es el tren sobre el que recorremos una de las épocas más convulsas de la historia reciente de los EEUU. Es en su crecimiento y en el asentamiento de su amor desde donde atisbamos los cambios sociales de una nación que en ese momento (la posguerra), miraba hacia delante con la seguridad de ser los amos del mundo, aplastando aquello que se interponía en su paso y pasando de largo por las inseguridades ideológicas y sociales de algunos de sus habitantes.

Así, la historia de amor de Katie y Hubbell, se convierte en un dialéctico debate sobre la felicidad del American Way of Life (Hubbell) y sobre la realización de la lucha y los principios como estandartes de una vida (Katie). Tal como éramos retroalimenta su historia, pasando del fondo intelectual de la misma a su carga emotiva, quedando patente la maestría de Pollack y su guionista en lo compacta y bien atada que queda su historia.

Pero muchos recuerdan, y con razón, lo que lloraron con Tal como éramos. El mérito se debe en gran parte a Redford y Streisand, una pareja de artistas que supieron construir las vidas de Katie y Hubbell tal como había que construirlas: alrededor de una relación absolutamente magistral, en la que ambos se quieren demasiado para estar juntos, en la que el paso de los años y el tiempo en que fueron felices se mezclan con la rutina de una vida compartida. Una relación en la que “te quiero” se dice sin apenas decirlo, en que las ideas y la simple realización de una vida plena entran en conflicto por la pasión que Katie y Hubbell se profesan. Ver cómo crece el amor, el deseo, el compañerismo, y la profunda comprensión entre Redford y Streisand es tan emotivo como haber experimentado un amor en tu propia vida: la más compleja aventura que cualquiera pueda vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario