BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

jueves, 16 de diciembre de 2010

NO ES TAN FÁCIL

IT'S COMPLICATED
2009
Dirección: Nancy Meyers
Guión: Nancy Meyers
Música: Hans Zimmer, Heitor Pereira
Fotografía: John Toll
Reparto: Meryl Streep, Alec Baldwin, Steve Martin, John Krasinski, Lake Bell, Rita Wilson, Mary Kay Place, Alexandra Wentworth, Hunter Parrish, Zoe Kazan, Caitlin Fitzgerald, Nora Dunn, Bruce Altman, Robert Curtis Brown, James Patrick Stuart
Premios: 3 nominaciones al Globos de Oro: Película-comedia, guión, actriz-comedia (Streep)
Género: Ciencia Romántica
Localizaciones: Upper East Side (Park Regent Hotel, 502 Park Avenue and East 59th Street; Hotel Lobby & Jane's Room, Jumeirah Essex House, 160 Central Park South)
Meatpacking District (Hotel Bar, Del Posto, 85 10th Avenue and West 16th Street)
Queens (St. John's University, Union Turnpike and 170th Street)
Sinopsis: Jane (Meryl Streep), madre de tres hijos ya adultos, es la propietaria de un restaurante pastelería de Santa Barbara y, tras una década divorciada, mantiene una amigable relación con su ex-marido, el abogado Jake (Alec Baldwin). Pero cuando Jane y Jake tienen que salir de la ciudad para la graduación universitaria de su hijo, las cosas comienzan a complicarse. Una inocente comida lleva a lo inimaginable: una recaída. Con Jake casado de nuevo con una mujer mucho más joven, Agness (Lake Bell), Jane se convierte de pronto en "la otra". Y en medio de todo este embrollo se ve envuelto Adam (Steve Martin), un arquitecto contratado para renovar la cocina de Jane.

Crítica:
La mujer enamorada

Hay algo en el inmenso poder de creación que tienen los actores que me fascina. Es cierto que un boceto de un personaje y sus conflictos se encuentra previamente ideado en un guión. Pero es el actor el que da vida a aquello que sólo son palabras, es el actor el que empatiza con las emociones del personaje que va a dar vida, y es el actor el que descubre los más relevantes y más ínfimos detalles de la vida de esa persona que todavía no existe, pero que en todo caso, en cuanto el actor la ponga en pie, será un ser humano más para todo aquel que comparta la experiencia de verlo como espectador, en un teatro o en un cine.

En todo eso, no me cansaré de decirlo, Meryl Streep es la actriz por antonomasia. No hay nadie como ella, en el cine de hoy (con Daniel Day-Lewis) que entienda mejor lo que significa ser actor, la labor comunicativa de su profesión y la inmensa capacidad de búsqueda y hallazgo de matices a la hora de crear a una persona que no existe per se.

Por ello, los detractores de esta superlativa intérprete no disfrutaran como se puede de esta película, puede que una más en un género tan rutinario como el de la comedia romántica, pero desde luego no “una más cualquiera”, pues una película entre cuyos nombres encontremos a Streep nunca puede ser vacía, hueca. Y esta no lo es.

Nancy Meyers es una espléndida cronista de conceptos como la guerra de sexos y el amor a cierta edad, por ello, todas sus películas ofrecen los mismos temas, con ciertas perspectivas y poco factor sorpresa. Pero la madurez de sus personajes y sus decisiones, y la sensibilidad en su trato a la trama y al espectador, me hacen emocionarme. Su elegancia en la puesta en escena y en el sentido cinematográfico de la misma y de la banda sonora hacen además, de su cine, una experiencia agradable y muy por encima de la media en el género.

Y aquí, además de provocar infinidad de carcajadas gracias a la vis cómica de Streep y de sus partenaires (Baldwin y Martin nunca estuvieron mejor, y no eran santos de mi devoción, precisamente), llama a las lágrimas con una historia en la que una mujer redescubre la felicidad a través de muchas cosas: a través del sexo como diversión y erotismo, a través de la risa como combustible vital, y a través del amor como segunda oportunidad, sin dejar cabida a los prejuicios ni a las medias tintas; el amor mueve, el amor alimenta, el amor resucita, el amor da vida.

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