BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

lunes, 27 de diciembre de 2010

SIN RESERVAS

NO RESERVATIONS
2007
Dirección: Scott Hicks
Guión: Carol Fuchs sobre la Historia de Sandra Nettelbeck
Música: Philip Glass
Fotografía: Stuart Dryburgh
Reparto: Catherine Zeta-Jones, Aaron Eckhart, Abigail Breslin, Patricia Clarkson, Jenny Wade, Bob Balaban, Brian F. O'Byrne, Lily Rabe, Eric Silver, Arija Bareikis, John McMartin, Celia Weston, Zöe Kravitz, Matthew Rauch, Dearbhla Molloy
Premios:
Género: Comedia Romántica
Localizaciones: Greenwich Village (22 Bleecker Restaurant, 370 Bleecker Street and Charles Street; Public School 11 William T Harris School, 320 West 21st Street and 8th Avenue; Kate, Nick and Zoe's Bistro, 90 Bedford Street)
Brooklyn (Kate's Apartment - 1 Montague Terrace and Remsen Street)
Sinopsis: Kate Armstrong (Catherine Zeta-Jones), reputada chef de un restaurante de moda en Manhattan, vive su vida al igual que dirige su cocina: con una intensidad que cautiva y a la vez intimida a la gente que la rodea. Pero la naturaleza perfeccionista de Kate se pondrá a prueba cuando se tiene que hacer cargo de su sobrina de nueve años Zoe (Abigail Breslin), al mismo tiempo que debe lidiar con un nuevo sub-chef que se une a su personal. Nick Palmer (Aaron Eckhart), alegre y bastante irresponsable, es completamente distinto de Kate, sin embargo la química que se da entre ellos es innegable. La rivalidad se vuelve romance, pero Kate deberá aprender a expresarse más allá que en el campo de su cocina, si quiere conectarse con Zoe y encontrar la verdadera felicidad con Nick...

Crítica:
Delicias Culinarias

El aluvión de remakes que mensualmente invade las pantallas de cine desde hace ya años, provoca diversas reacciones. Pero una de ellas es unánime: todo remake es deleznable. Esta regla no escrita, que invita sistemáticamente a atacar toda revisión de una película anterior, no es del todo justa, ya que si bien hay casos en que la nueva versión peque de plagio/comercialidad/falta de ideas, hay otros en los que la nueva película, como cualquiera, puede ser un digno, bien construido entretenimiento.

Sin reservas se ve afectada por ese afán general de atacar al remake. Una película muy querida (Deliciosa Martha), se convierte aquí en un hollywoodiense, lujoso y clásico entretenimiento al servicio de sus estrellas. Pero desdeñar la calidad como comedia romántica y como película en general de Sin reservas es algo tan predecible que se corre el riesgo de no disfrutar de una comedia bien rodada, agradable, inteligente y con un ramillete de actores excepcionales.

El capitán del proyecto es Scott Hicks, lo cual debería ser suficiente para reconocer la profundidad de sus personajes. No hay que olvidar que este realizador es un experto en recavar en los recovecos del alma (Shine, Mientras nieva sobre los Cedros, Corazones en Atlántida), y en Sin reservas vuelve a plantear la vida de una serie de personas distintas sin explotar su dramatismo, y apoyándose en la honestidad de unos actores en estado de gracia.

Así, desde Catherine Zeta Jones, que pocas veces está tan sencilla y por ello tan creíble como aquí, hasta Abigail Breslin, que confirma su precoz talento, y por supuesto maravillosos intérpretes como Aaron Eckhart o Patricia Clarkson, la historia de Sin reservas se localiza en agradables interiores de unas vidas en recomposición, en el placer de la buena cocina y de las nuevas oportunidades, apoyada en un excepcional banda sonora del maestro Phillip Glass, que refuerza las sensibles emociones de sus personajes, y hace emocionarse a un espectador que disfruta, ríe y llora con sus nuevas posibilidades.

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