BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

sábado, 22 de enero de 2011

DELIRIOUS

DELIRIOUS
2006
Dirección: Tom DiCillo
Guión: Tom DiCillo
Música: Anton Sanko
Fotografía: Frank G. DeMarco
Reparto: Steve Buscemi, Michael Pitt, Alison Lohman, Elvis Costello, Gina Gershon, Kevin Corrigan, Minnie Driver, Kristina Klebe
Premios: Festival San Sebastián: Concha de Plata: Mejor Dirección.
Género: Comedia, Drama Social
Localizaciones
Sinopsis: Les (Steve Buscemi), un fotógrafo de celebridades de poca monta, conoce un día a Toby (Michael Pitt), un joven sin hogar atraído por las brillantes luces de Nueva York, y le "contrata" como ayudante. Toby disfruta con el glamoroso y agitado estilo de vida de Les, pero tiene sus propios sueños: convertirse en actor. La suerte sonríe a Toby cuando por casualidad conoce a K’Harma Leeds (Alison Lohman), un guapa diva del pop. A medida que su insólito romance florece, Toby se encuentra en el dilema entre la oportunidad de perseguir su sueño y su deber para con Les...

Crítica:
Ángeles con brillo

Delirius es un notable acercamiento a unos personajes a los que la vida ha elevado a algo de un oden superior pero sin embargo acaban conservando su esencia como seres humanos, por ello cometiendo sus errores y ofreciendo sus virtudes.

La película consigue algo que habitualmente no parece ser una prioridad en el cine independiente, del que se puede decir que Tom DiCillo, el director, es paradigma: emocionar, algo loable ya que parece a menudo que este "género" se nos presenta de manera fría, cohibida de emociones. Es su labor, en esta película la que da a la cinta un aura envolvente de clásico cuento de hadas, pero aderezado por una galería de personajes realmente excepcionales, los cuales intercambian sabiduría en unos diálogos que van desde lo humano a lo metafísico. Su labor tras las cámaras da una fuerza inaudita a la historia que cuenta, desde el punto de vista formal (sabe como captar los ambientes en los que deambulan los protagonistas, la fotografía y el uso de los encuadres y la iluminación acaban convirtiendo planos en verdaderas obras de arte, aprovechando de manera muy original la muy filmada Nueva York), como en el emocional, como si pareciera que el propio director se identifica con ese paparazzi solitario, siempre en boga pero siempre a la espera, residente en la estrecha linea que separa a unas estrellas a las que en parte admira y en parte desprecia, a las que no soporta y por ello le corroe la envidia pero que sin embargo sin las que no puede vivir.

Para la composición de este complejo personaje cuenta con un Steve Buscemi sembrado de recursos dramáticos, capaz de pasar de la gloria a la inmundicia, de la comedia a el más cómplice de los dramas, en una interpretación sincera, creíble, y emocionante. Como objeto de su afección/ira encontramos a un contenido Michael Pitt, que da la pureza necesaria a su personaje, construye a su pequeña estrella como alguien sencillo y soñador, con sinceridad y aparente facilidad, pero es ese aura, ese ángel, el que hace de su interpretación, como la de Alison Lohman, algo casi mágico, que confiere un poder y una ternura a la historia que la hacen profundamente recomendable, para aquellos que se aferren a la realidad y para aquellos que sueñan despiertos.

Como pero, tal vez podríamos decir que la descripción de determinadas situaciones y celebridades puede resultar algo superficial, pero al fin y al cabo, lo que DiCillo parece querer contarnos es un cuento de hadas adaptado a una realidad muy concreta, pero una realidad al fin y al cabo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario