BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 26 de enero de 2011

UNA HISTORIA DEL BRONX

A BRONX TALE
1993
Dirección: Robert De Niro
Guión: Chazz Palminteri sobre su Obra
Música: Varios, Butch Barbella
Fotografía: Reynaldo Villalobos
Reparto: Robert De Niro, Chazz Palminteri, Lillo Brancato, Francis Capra, Taral Hicks, Katherine Narducci, Joe Pesci, Clem Caserta
Premios
Género: Drama Social, Drama Histórico, Drama Familiar, Biografía
Localizaciones: Bronx
Queens
Brookln (Gravesend Neck Road & East 15th Street)
Sinopsis: Años 60. El gángster Sonny (Chazz Palminteri) es el rey del barrio del Bronx donde vive Calogero (Lillo Brancato). Un tiroteo, presenciado por Calogero, se convierte en el inicio de una duradera relación entre el gángster y el pequeño. Lorenzo Anello (De Niro), padre del Calogero, un honrado conductor de autobuses, no aprueba esta relación. El muchacho crece bajo la protección de los dos hombres, dividido entre su honestidad natural y su fascinación por Sonny, aunque la vida en el Bronx no es nada fácil, y al final tendrá que decidir por sí mismo...

Crítica:
Padres e Hijos

Como no podía ser de otra forma, el debut en la realización de la leyenda de la interpretación, Robert de Niro, se vio influenciado por sus maestros y por el cine que rodaba en su época dorada. En cualquier caso, esto no es un agravante para Una Historia del Bronx, en todo caso lo contrario, porque con el estilo tan determinado de la cinta, ésta se sitúa claramente en una manera de hacer cine y en un subgénero clásico de la cinematografía norteamericana.

Además, hay algo que sorprende muy gratamente de Una Historia del Bronx: su humildad. Haciendo un indiscutible fresco histórico y social de uno de los más conflictivos distritos de Nueva York (el Bronx, claro), De Niro no trata de aleccionar o ni siquiera de dar una clase de historia, sino que centra su película en una sincera y clásica metáfora vital sobre los padres e hijos, sobre el avance de la relación de ambos y sobre el tributo y la comprensión a nuestros mayores (no en vano, la película está dedicada a su difunto padre).

Pero De Niro, sitúa esta compleja y universal relación en medio de los más descarnados cambios sociales del Nueva York de los 60 y 70, acompañando la odisea de su protagonista con una espectacular banda sonora, muy a lo Scorsese, que es el metrónomo y el reloj de los cambios de una década.

Además, la ambientación y captación de ambientes, la vida de barrio y sus gentes y lo truncados que están algunos de sus destinos, son filmados con elegancia y sabiduría por un actor que nos ha dado lo mejor que puede dar un intérprete, y que aquí demuestra que ése no es su único arte.

Es cierto que Una Historia del Bronx no es perfecta, que sigue patrones tan clásicos que pueden parecer no originales, y que un protagonista con mayores registros dramáticos que Lillo Brancato habría dado mayor dimensión a un personaje – río tan interesante; pero Una Historia del Bronx es un buen alegato social, una excelente visión histórica y un gran fresco de las relaciones paterno filiales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario