BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 23 de febrero de 2011

CISNE NEGRO

BLACK SWAN
2010
Dirección: Darren Aronofsky
Guión: John McLaughlin, Mark Heyman
Música: Clint Mansell
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: Natalie Portman, Mila Kunis, Vincent Cassel, Winona Ryder, Barbara Hershey, Christopher Gartin, Sebastian Stan
Premios: Oscar Mejor Actriz; 5 nominaciones, incluyendo mejor película, director y actriz (Portman)
1 Globo de Oro: Mejor Actriz (Portman). 4 Nominaciones, incluyendo mejor película
1 BAFTA: Mejor Actriz (Portman). 12 nominaciones, incluyendo mejor película
Festival de Venecia: Mejor actriz o actor joven (Mila Kunis)
Independent Spirit Awards: 4 nominaciones, incluyendo mejor película
Satellite Awards: 5 nominaciones, incluyendo director y actriz principal (Portman)
Género: Drama, Intriga, Terror
Localizaciones: Financial District (Bowling Green, Broadway)
Brooklyn (Brooklyn Museum; Woodhull Medical and Mental Health Center)
Upper West Side (Lincoln Center)
Sinopsis: Nina (Natalie Portman), una brillante bailarina que forma parte de una compañía de ballet de Nueva York, vive completamente absorbida por la danza. La rivalidad con su compañera Lily (Mila Kunis) y las presiones del director se agudizan a medida que se acerca el día del estreno. Esta tensión provoca en Nina un agotamiento nervioso y una confusión mental que la incapacitan para distinguir entre realidad y ficción.

Crítica:
Cisne / Nina / Cisne

Poco puede decirse sobre Cisne Negro que haga justicia a las imágenes que vemos en pantalla o a lo que el maestro Darren Aronofsky nos ha querido contar. Cisne Negro se eleva sobre todas las palabras que podamos decir para convertirse en un tótem referencial del séptimo arte y en un verdadero réquiem por el alma de un artista, del artista.

No hay nada trivial o intrascendente en Cisne Negro. Ni siquiera eso que tanto se ha dicho sobre que se trata de un “grand guignol” ofrecido al más difícil todavía. No. Cisne Negro, es, por acercarse a algún referente lejano, un estudio como el que primero Thomas Mann, y después Luchino Visconti, hicieron con Muerte en Venecia: una introspección en la mente obsesiva de un artista; un culmen por la búsqueda de la belleza más absoluta; una odisea en pos de la perfección de la vida, o en definitiva, del arte. Porque tanto para Aschenbach en aquella, como para Nina en Cisne Negro nada tiene verdadero sentido fuera de aquello que los ilumina por dentro: la consecución de la verdad más absoluta y eterna en el campo creativo en que se mueven.

Cisne Negro encaja pues en la asombrosa filmografía de Aronofsky. Todas sus películas hasta el momento se han movido en los límites de la resistencia, la cordura, la existencia o la ambición más desmesurada. Por eso Cisne Negro es grande, operística. Como un Eva al Desnudo acompasado por uno de los más grandes compositores de historia de la música y teñido de la sordidez y la violencia latente del mejor de los melodramas psicológicos.

Porque Cisne Negro trata sobre todo eso, pero sobre todo trata de Nina. Nina es una bailarina entregada en cuerpo y alma a esa perfección que comentaba. Un alma volátil e imperfecta lastrada por sus propias ambiciones y por sus encuentros consigo misma. Por eso los metafóricos y metalingüísticos conflictos que avasallan a Nina durante este Lago de los Cisnes son un universal que todo verdadero artista alguna vez ha sentido.

Y Aronovsky y Portman lo comprenden muy bien, componiendo entonces el mejor trabajo de sus carreras. Un filme detallista, entregado y lúcido desde su profético primer sueño hasta su inolvidable y revelador final. Aronovsky realiza una labor de síntesis y análisis tan profunda como trascendente, tan original como indiscutible. Y Portman es tan empática con Nina y sus fantasmas que es imposible decir que no se trata de una artista tan completa como la propia Nina: Portman realiza, como su personaje, un auténtico Viacrucis emocional y físico que la sitúa a la altura de las grandes interpretaciones femeninas de este arte que llamamos cine. Por eso la película se convierte en un insólito documento cinematográfico que versa acerca de la creación artística y la obsesión y los misterios que acompañan a todo artista en los pasos que da hacia la luz, hacia la obra en su totalidad.

Yo lo he sentido. Ha sido... perfecto.

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