BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 2 de marzo de 2011

EL DIABLO VISTE DE PRADA

THE DEVIL WEARS PRADA
2006
Dirección: David Frankel
Guión: Aline Brosh McKenna, Don Roos sobre la Novela de Lauren Weisberger
Música: Theodore Shapiro
Fotografía: Florian Ballhaus
Reparto: Meryl Streep, Anne Hathaway, Stanley Tucci, Simon Baker, Emily Blunt, Alexie Gilmore, Adrian Grenier, Rebecca Mader, Tracie Thoms, Heidi Klum, Rich Sommer, Daniel Sunjata, Gisele Bündchen, Jimena Hoyos
Premios: 2 Nominaciones al Oscar: Mejor actriz  (Meryl Streep), vestuario
Globo de Oro: Mejor actriz comedia o musical (Meryl Streep). 3 nominaciones (Película - comedia, actriz secundaria)
BAFTA: 5 Nominaciones (Mejor actriz, maquillaje, vestuario, guión adaptado, actriz secundaria)
Género: Drama, Comedia Romántica
Localizaciones: Midtown (Runway Offices, 1221 6th Avenue; Smith and Wollensky, 797 3rd Avenue and 49th Street)
Four Squares (Cafe, East 21st Street and Broadway)
Financial District (105 Chambers Street and Church Street)
Central Park
Sinopsis: En el vertiginoso mundo de la moda en Nueva York, la revista Runway es el Santo Grial. Dirigida con puño de hierro y elegante manicura por Miranda Priestly (Meryl Streep, un personaje inspirado en la influyente directora de Vogue USA, Anna Wintour), Runway es un terrible reto para todo aquel que quiera triunfar en este mundo. Trabajar como ayudante de Miranda podría abrir cualquier puerta a Andy Sachs (Anne Hathaway), recientemente graduada. Más que modelo de alta costura, es una chica desaliñada que destaca en el pequeño ejército de guapísimas periodistas de la moda del equipo de la revista Runway. Pero cuando entra Andy a trabajar, empieza a entender que para triunfar en este negocio va a necesitar algo más que iniciativa y determinación. Y la prueba definitiva está delante de ella, vestida de pies a cabeza de Prada.

Crítica:
La Jungla y la Dragona

El Diablo Viste de Prada pretende, más allá de su aparente factura de comedia hollywoodiense clásica, hacer un análisis y un recorrido por uno de los mundos más influyentes y denostados del circo actual: la moda. Algo que en tantas ocasiones se tacha de frívolo e innecesario, es, sin embargo, el eje de muchas vidas y de infinitos puestos de trabajo, de influencia incuestionable en cada rincón de la tierra y de trascendencia por encima de su fama. Todo esto lo explica Meryl Streep en un momento de la cinta, y aquello que comenta en defensa de una profesión y un estilo de vida, es lo mismo que podría decirse de esta película.

Por eso El Diablo Viste de Prada es mucho más de lo que aparenta, pues es capaz de retratar a la perfección la jungla urbana de las pasarelas, las revistas, los representantes, las dobles morales laborales y la dedicación absoluta a un campo que genera millones de dólares diarios.

Es una pena entonces, que se haya querido dulcificar tanto tan interesante mensaje con una subtrama y una supuesta moraleja que no encajan en absoluto con los verdaderos temas de los que trata la cinta. Hablo, por supuesto, de los anodinos conflictos sentimentales de la protagonista, Anne Hathaway, que lo único que hacen es provocar sopor y desviar de lo que realmente entretiene de la película (el retrato de ese mundo antes mencionado), y de lo que realmente fascina (Meryl Streep), debido a un guión sembrado de tópicos en esta parte y a dos galanes que no podrían tener menos carisma, encanto o mínima atracción.

Pero aún así El Diablo Viste de Prada es una comedia mucho más profunda de lo que parece, rodada como si una superproducción se tratase, que hace un uso exquisito de sus localizaciones (Nueva York y París) y de sus infinitos vestuarios. El guión, aunque se equivoque queriendo convertirse en un alegato moralista sobre la libertad y los principios laborales, es entretenido y derrocha conocimiento en cada escena.

Y si hay algo de verdad memorable en este filme es su reparto. Hathaway cumple sabiendo que su papel es tan solo un peón de la historia y los demás personajes. Tucci y Blunt están soberbios en sus roles, haciendo orgánica y veraz la comedia. Y Meryl Streep, por supuesto, merece un aparte.

Habiendo demostrado ya que no hay nada que no pueda hacer, Meryl Streep realizó en esta película una transformación física que hace que desaparezca la actriz y emerja el personaje, el arte. Además, cada texto que sale de su boca se convierte en un momento de tensión y de sabiduría muy por encima de los errores de la cinta. Su creación aquí es un estudio casi antropológico de la mujer moderna y de la ambición, un retrato en profundidad de la dragona encarada en un mundo de hombres, y de la verdadera mujer escondida detrás de caras firmas, temida reputación y personalidad de hierro.

1 comentario:

  1. El principal personaje es Miranda, Meryl Streep, lo demás a veces hace que uno se pierda por las sensibilidades de Anne Hathaway que busca su identidad, pero hay buenos personajes priincipales como el de Rich Sommer y Emily Blunt.

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