BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 4 de mayo de 2011

LA EXTRAÑA QUE HAY EN TI

THE BRAVE ONE

2007

Dirección: Neil Jordan
Guión: Roderick Taylor, Bruce A. Taylor, Cynthia Mort (Historia: Roderick Taylor, Bruce A. Taylor)
Música: Dario Marianelli
Fotografía: Philippe Rousselot
Reparto: Jodie Foster, Terrence Howard, Naveen Andrews, Nicky Katt, Mary Steenburgen
Premios: Nominada al Globo de Oro (Mejor actriz - Drama)
Género: Drama Social, Intriga, Acción
Localizaciones: Upper West Side (Erica Bain's Apartment, 12 West 104th Street; Subway, Central Park West and 103rd Street)

Central Park

Sinopsis: Erica (Jodie Foster) es una locutora de radio de Nueva York cuya vida da un giro dramático cuando una noche, en plena calle, ella y su prometido reciben una brutal paliza y él fallece como consecuencia de las heridas. Incapaz de superar la tragedia, Erica sigue rondando la zona en la que los atacaron, buscando pistas que la lleven a los responsables. Sin embargo, un agente de policía (Terrence Howard) intuye poco a poco sus intenciones y trata de evitar que se tome la justicia por su mano.



Crítica:

Jodie Driver


Si la actriz protagonista de La extraña que hay en ti no fuese una intérprete tan gigante como Jodie Foster, probablemente esta película no tendría ningún interés, más allá de ser un entretenimiento de acción tipo las películas de venganzas de Mel Gibson, Bruce Willis, o últimamente, Liam Neeson.

Pero el protagonismo de su estrella, conocida progresista y pacifista, da una vuelta de tuerca a la visión, y sobre todo a la calidad, de La extraña que hay en ti.

No obstante, en base, esta cinta es una película fallida. Lo que podría haber sido (y quiere ser), es una aproximación moderna y femenina al desgarrado cine social que en su día fue Taxi Driver, una especie de tratado sobre una persona que se toma la justicia por su mano y las repercusiones emocionales y morales de esos actos.

Pero el problema de La extraña que hay en ti es que no se posiciona en absoluto, y ni cuestiona, ni juzga, ni ensalza los violentos actos de su protagonista, pese a pretender estudiarlos. Esto hace que el mensaje de la película se quede en nada y que su género se tambalee hacia el thriller más rutinario. Así uno se explica el porqué de la incursión de un personaje tan poco interesante como el del policía y su inverosímil relación con la protagonista (también lastrada por la aburrida labor de Terrence Howard).

Por suerte, la mayoría del metraje está dedicado a Jodie Foster, que es, como todos sabemos, una actriz extraordinaria, capaz de darle hondura y trascendencia a un guión que no lo tiene en absoluto, y que es lo más creíble de esta increíble película, un solitario y herido personaje en la vorágine de la gran ciudad.

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