BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 18 de mayo de 2011

TWELVE

TWELVE
2010
Dirección: Joel Schumacher
Guión: Nick McDowell, Jordan Melamed sobre la Novela de Nick McDowell
Música: Harry Gregson-Williams
Fotografía: Steven Fierberg
Reparto: Chace Crawford, Emma Roberts, Ellen Barkin, Rory Culkin, Curtis '50 Cent' Jackson, Kiefer Sutherland, Anthony Quarles, Jeremy Allen White, Philip Ettinger, Emily Meade
Premios:
Género: Drama social
Localizaciones: Harlem (West 145th Street and Lenox Avenue)
Upper East Side (521 Park Avenue and East 60th Street; Lexington Avenue and East 70th Street; Sicaffe Cafe, 964 Lexington Avenue and East 70th Street)
Upper West Side (Church, 160 Central Park West and West 76th Street)
Central Park (Central Zoo)
Theater District (Times Square)
Lower East Side (Cherry Street and Pike Street)
Greenwich Village (Townhouse, 34 West 10th Street and 5th Avenue)
Sinopsis: Spring Break. Durante las vacaciones de primavera en el Upper East Side de Manhattan, la élite de los estudiantes de Nueva York tiene tiempo libre y dinero que quemar. White Mike (Chace Crawford) es el camello de los privilegiados. Mientras sufre por la reciente muerte de su madre y trata de superar la torpeza que le impide expresar su amor a Molly (Emma Roberts), su primo es brutalmente asesinado, y su mejor amigo es arrestado por el crimen.

Crítica:
Fantasmas en las vidas de otros

Que la carrera de Joel Schumacher no atraviesa su mejor momento no es un secreto para nadie. Después de haber sido uno de los cineastas-gancho del cine comercial de los noventa (Batman Forever & Robin, El Cliente, Un día de Furia), se perdió en una serie de trabajos de encubierta Serie B pero con pretensiones de superproducción como esas cosas que fueron El Número 23, 9 Días o El Fantasma de la Ópera. Pero aparte de eso, también ha sido capaz de filmar productos interesantes como Última Llamada, Tigerland o Veronica Guerin.

¿A qué grupo de la heterogénea filmografía pertenece Twelve? Es difícil deducirlo, pues esta película contiene en sí misma tantas virtudes y defectos como la propia filmografía del realizador.

Por un lado es tremendamente entretenida y está filmada con una elegancia formal insólita en el cine de Schumacher. Además, no deja a un lado cierta apuesta por un estilo lírico más allá de lo habitual en el subgénero de las drogas. Y su crítica social, enclavada, recordemos, en la alta sociedad de Nueva York, es, pues eso, una crítica muy condicionada por su localización y por el estilo de vida de ese grupo demográfico en particular. Y quién no disfrute de la película por eso, es que no lo entiende.

Pero el problema, es que Twelve, queriendo ser Bret Easton Ellis, se queda más cerca de Gossip Girl. La posible crítica social queda resumida en algo demasiado superficial y, digamos, educado. Las diferencias de clase, inherentes a esta clase de historias, se dejan a un lado para ser más políticamente correctos, como también se obvian los detalles más escabrosos e inmorales de la historia. Y los personajes, desde el guión, son puros estereotipos.

El reparto hace lo que puede por levantarlos y consigue matices mucho más profundos de los que la propia historia ofrece. Y Schumacher, por su parte, ofrece otro irregular pero interesante entretenimiento sobre las adicciones de la sociedad joven de los EEUU, sobre la hipocresía moral de sus ciudadanos y sobre el vacío existencial de unas vidas abocadas a la nada más absoluta.

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