BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 1 de junio de 2011

RABBIT HOLE

RABBIT HOLE
2010
Dirección: John Cameron Mitchell
Guión: David Lindsay-Abaire sobre la Novela de David Lindsay
Música: Anton Sanko
Fotografía: Frank G. DeMarco
Reparto: Nicole Kidman, Aaron Eckhart, Dianne Wiest, Tammy Blanchard, Sandra Oh, Miles Teller, Giancarlo Esposito, Jon Tenney, Phoenix List
Premios: Nominada al Oscar Mejor Actriz
Nominada al Globo de Oro Mejor Actriz - Drama
Nominada a Mejor Guión Adaptado por el Círculo de Críticos de Boston
4 Nominaciones Independent Spirit Awards (Mejor Director, Actriz, Actor, Guión)
Nominaciones Mejor Actriz: Broadcast Film Critics Association Award for Best Actress
Dallas-Fort Worth Film Critics Association Award for Best Actress
Detroit Film Critics Society Award for Best Actress
Houston Film Critics Society Award for Best Actress
Satellite Award for Best Actress – Motion Picture Drama
Screen Actors Guild Award for Outstanding Performance by a Female Actor in a Leading Role
Online Film Critics Society Award for Best Actress
Washington D.C. Area Film Critics Association Award for Best Actress
Las Vegas Film Critics Society Award for Best Actress
Género: Drama Familiar
Localizaciones: Queens
Upper East Side (1st Avenue and East 70th Street; Sotheby's, 1334 York Avenue and East 71st Street)
Sinopsis: La historia sigue a un matrimonio que está tratando de superar la muerte de su hijo de cuatro años, fallecido en un accidente automovilístico. Adaptación a la gran pantalla de la novela 'Abaire', de David Lindsay, ganadora del Premio Pulitzer en categoría de drama.

Crítica:
Y ésta es sólo la versión triste de nosotros

Tratar la pérdida de un hijo en una película exige un nivel de compromiso, y sobre todo, de sensibilidad, que no puede estar al alcance de cualquiera. Por suerte, muchos de los que hemos visto obras como En la Habitación, La decisión de Sophie, o esta Rabbit Hole, jamás hemos vivido esa pérdida, y si el mundo se comporta como debiera, jamás la viviremos. Pero hay algo en estas tres magníficas películas que deja claro que la palabra dolor se queda corta para definir esa devastadora tragedia. Dolor es sólo una palabra, y es incapaz de englobar todo lo que significa ese concepto.

Pero el cine es arte, y como arte, cuando está bien hecho, es capaz de transportarte a mundos y a sentimientos que jamás has vivido. Rabbit Hole es la prueba de ello. Hay en esta película, maravillosa película, una indudable carga de verdad, una cámara que parece asomarse a las vidas de otros, a las vidas de personas cuyas propias vidas carecen ya de importancia, después de haber presenciado el momento en que todo se derrumba, y ya nada importa.

El director John Cameron Mitchel sitúa la película desde el punto de vista de sus personajes, jamas dejando que la propia historia avance más deprisa que ellos, mimándolos y queriéndolos, dejándoles el espacio que necesitan para encontrarse a si mismos y dilucidar sus silencios; para superar, o más bien avanzar, después de esa pérdida. Su puesta en escena es como una nota sostenida, como un paréntesis en el aire o como una puerta entreabierta: la tensión, el lirismo, la calma de después de la tormenta, el estado físico y sensorial de después del choque.

Rabbit Hole es pues un sosegado y contenido drama familiar anclado en el respeto por su historia y en el amor por sus pocos personajes, definidos a la perfección. Personas que pivotan en el ajado universo de una pareja, sobre la que se ha abierto una herida que no puede cicatrizar. Aaron Eckhart vuelve a demostrar una vez más su evidente talento y su arrollador carisma. El retrato de un hombre roto, que se derrumba e incapaz de avanzar o de comprender qué hacer con el tiempo que queda por delante.

Y Nicole Kidman da una lección a todos aquellos que han dicho que la Nicole Kidman que conocíamos (Eyes Wide Shut, Los Otros, Moulin Rouge, Las Horas, Dogville, Cold Mountain, Reencarnación) ha desaparecido. Para empezar, una actriz capaz de hacer las maravillas incluidas en ese paréntesis no desaparece nunca. Y quién lo dude no tiene más que ver Rabbit Hole. El ejemplo de una interpretación matizada y repleta de pasión, en la que vemos todo lo anterior a lo que nos cuenta la propia película, los restos de una vida feliz convertida ahora en una espera, en un camino hacia ninguna parte, en un llanto ahogado, en un anhelo insuperable.

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