BRIDGES. Julio Rojas. Nueva York. 2009.

miércoles, 20 de julio de 2011

BLUE VALENTINE

BLUE VALENTINE
2010
Dirección: Derek Cianfrance
Guión: Derek Cianfrance, Cami Delavigne, Joey Curtis
Música: Grizzly Bear
Fotografía: Andrij Parekh
Reparto: Ryan Gosling, Michelle Williams, Mike Vogel, John Doman, Ben Shenkman, Liam Ferguson, Maryann Plunkett, Faith Wladyka, Samii Ryan, Tamara Torres, Carey Westbrook, Eileen Rosen
Premios: Oscars: 1 nominación a la Mejor actriz (Michelle Williams)
Festival de Gijón: Premio del Jurado Joven (ex aequo)
Independent Spirit Awards: nominación a la Mejor actriz (Michelle Williams)
Globos de Oro: 2 Nominaciones (Actor y Actriz)
Género: Drama Romántico
Localizaciones: Brooklyn (Manhattan Bridge)
Sinopsis: Dean y Cindy llevan juntos seis años, en los que ha florecido una apasionada historia de amor, han tenido una hija juntos y han decidido casarse. Ahora su amor empieza a desmoronarse: Cindy ha perdido interés por la relación, y en un intento por juntar las piezas y reconstruir lo que habían construido juntos, Dean propone ir a pasar la noche a un hotel temático, donde eligen la “habitación del futuro”. Desde este futuro, que Dean y Cindy difícilmente podían haber intuido años atrás, iremos conociendo la historia de esta pareja, desde cómo se conocen, a cómo un amor se va forjando, vive su apogeo y empieza a deteriorarse irremediablemente. Una historia de personajes cuidadosamente construidos, que va desvelando a través de estampas del pasado y del presente el misterio de por qué incluso las relaciones más esperanzadoras e intensas pueden irse al traste, en un viaje emocional que hace que dos personas ya nunca vuelvan a ser las mismas.

Crítica:
La Habitación del Futuro: una Ventana al Pasado

Buscando probablemente una expiación de todos los traumas emocionales que dejan tras de si las relaciones rotas (que todos hemos sufrido), el debutante Derek Cianfrance plantea con Blue Valentine una radiografía de los escombros emocionales de una pareja cualquiera, una propuesta alejada del romanticismo habitual que el cine inyecta a estas historias, desnudando, desposeyendo, cualquier atisbo de esperanza de entre los escombros de esa pareja de amantes.

Como si se tratara de un Revolutionary Road sin su carga histórica y antropológica, Cianfrance regala destellos de felicidad en la irónicamente llamada “Habitación del Futuro”, un futuro que es evidente que no llegará, minado por la pérdida de respeto del ser que queremos, por las medias palabras y la poca capacidad de escuchar, por los reproches y la falta de cariño real, plausible. Todo cosas terribles, que todos cometemos, tal vez sin darnos cuenta.

Por eso Blue Valentine es tan triste, porque sin ornamentos y sin grandes catársis, asistimos a la caída libre de una pareja que se amaba, pero que ya no sabe como hacerlo; asistimos también a los lejanos ecos de los daños colaterales de esa lucha, la vida de una niña que crecerá igual que crecieron sus padres.

Por supuesto, para una historia tan corriente, tan cotidiana, dos actores de la talla de Michelle Williams y Ryan Goldsing, le dan a la película la trascendencia cinematográfica que necesita. En ningún momento dudé de su relación como esposos, de su cortejo inicial, del amor verdadero que se profesan y del callejón sin salida en el que se encuentran. Sus interpretaciones, a la altura de trabajos tan excepcionales como los de Brokeback Mountain, Half Nelson, Wendy & Lucy o The Beliver (también descarnados retratos humanos) son dos muestras de un trabajo depurado y realista, sin grandes alardes pero capaz de conmover a cualquiera que tenga el valor de mirar al pasado de sus relaciones rotas y admitir que se equivocó muchas veces.

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