ALL GOOD THINGS
2010
Dirección: Andrew Jarecki
Guión: Marcus Hinchey, Andrew Jarecki, Marc Smerling
Música: Rob Simonsen
Fotografía: Michael Seresin
Reparto: Ryan Gosling, Kirsten Dunst, Jeffrey Dean Morgan, Frank Langella, Kristen Wiig, Philip Baker Hall, Diane Venora, John Doman
Premios:
Género: Biografía, Drama Judicial, Intriga
Localizaciones: Hell's Kitchen (West 38th Street - Between 7th and 8th Avenue)
Upper West Side (Riverside Drive and West 93rd Street; Riverside Drive and West 113th Street)
Upper West Side (Riverside Drive and West 93rd Street; Riverside Drive and West 113th Street)
Sinopsis: Ambientada en Nueva York en los años 80, está basada en una historia real de una desaparición de la novia de un agente inmobiliario.
Crítica:
Misterios sin Resolver
Teniendo
en cuenta que el material con el que cuentan los responsables de All
Good Things para poner en pie su película, casi es un crimen que
esta no sea extraordinaria. Para empezar un actor tan bueno como Ryan
Gosling. Después, una historia basada en hechos reales. Una historia
que envuelve a una familia desde la propia creación de Times Square,
en Nueva York. Una familia asociada con la desaparición y el
asesinato de varias personas. Un caso aún no resuelto hoy, pero
apuntado como crimen pasional e incluso como producto de la sociedad
de clases de finales del Siglo XX.
Con
este material, es evidente que la película podría haber sido
soberbia, y el problema es que no lo es. Tal vez debido a las propias
grietas y datos perdidos de la historia real, el guión de All Good
Things nunca encuentra un equilibrio entre la intriga sin resolver y
el ignorar datos esenciales para la historia. Así mismo, la película
sufre de un montaje por el que no se apuesta al 100% (la estructura
de flashbacks), que acaba dando la impresión de que el metraje está
recortado por los cuatro costados. Impresión que también da el
desarrollo de personajes, que pasan del blanco al negro (todos ellos,
no sólo los psicóticos) sin ninguna transición.
Una
pena que el resultado final de All Good Things haya sido ese, pues,
como he dicho, había material de sobra para una gran película. Al
menos, eso sí, el director es capaz de mantener un crescendo en la
intriga (que nunca llega a explotar), y de crear una atmósfera
enrarecida e incómoda que beneficia bastante a su historia.
Por
su parte, lo mejor, y de lejos, de la cinta, es la labor de su pareja
protagonista. Ryan Gosling explota una faceta más de su versatilidad
con un personaje que pudiendo haber caído fácilmente en lo
histriónico, se mantiene en constante tensión, llegando a imponer y
a dar verdadero miedo con muy poco. Y Kirsten Dunst da una gran
sorpresa con un retrato complejo, entregado, dramático y doloroso de
una víctima de muchas cosas, de la vida que esperaba, del hombre que
quería y de todo un sistema social, económico y familiar decidido a
ignorarla.
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